miércoles, 3 de octubre de 2007

PUNK

CREÉIS QUE TODO TIENE UN LÍMITE,
Y ASÍ ESTÁIS TODOS...
¡¡¡LIMITADOS!!!


Cualquier intento de relacionar el Punk con una ideología es constreñirlo, es mutilar sus potencialidades creativas en tanto que contracultura. Porque para mí eso es lo que es: una cultura; eso sí, no exenta de subversión. Es más, precisamente es esa carga subversiva, de mala ostia y de rabia, de actitud crítica ante absolutamente todo, la que la define.

Porque también hay lucha más allá del fuego redentor que nos viene dado en revoluciones mascadas y trituradas de dos minutos, tres a lo sumo. Y para colmo son muchos los que se regodean en su posición de críos adocenados al ver venir la cucharada servida por el grupo de turno. Las barricadas, me da a mí que ya están un poco cansadas. A este paso, van a acabar exigiendo derechos de imagen por la sobresaturación que de ellas se hace en infinidad de canciones.

Joder, que yo cuando cago no me pongo a cantar el cancionero revolucionario por la causa. Y no por ello creo que el Estado se ría de mí. Por lo menos, no más que durante el resto de minutos de mi vida. ¿Entonces por qué he de estar identificando constantemente al Punk con una idea que, por otro lado, no ocupa de un modo entero mi vida? Porque, el Punk debiera ser un reflejo de mí. De mi existencia. Por eso no merece un trato distinto.

Ser uno mismo ya es una lucha bien difícil en esta sociedad de mutantes. Pero intentarlo es lo que verdaderamente cuenta. Y eso es lo que a mí me basta. ¿Y es que acaso hay algo más subversivo y, por qué no decirlo, revolucionario, que el “sé tú mism@“, ese postulado punk por excelencia?

Pero llegados a este punto me asalta un interrogante: ¿qué necesidad hay de definir el ser uno mismo con una palabra? Creo que, realmente, ninguna. Con ser yo mismo me basta, y cualquier concepto con el que quiera definirlo no hará más que reducir a cenizas esa idea primera. Por tanto llego a la conclusión de que el Punk NO TIENE NINGUNA JODIDA DEFINICIÓN: puede serlo todo, y también puede ser nada. Vamos, que puede ser lo que tú quieras. Él depende única y exclusivamente de ti. Así que tú le defines a él, no él a ti. Él se quita de en medio para que te pongas tú. El Punk nació para inevitablemente morir. Y después resucitar tras de ti. Esa es su grandeza. O tendría que serlo. Su capacidad para sorprender y para provocar. El Punk es irreverente, histriónico, poético, esquizofrénico, grotesco. En definitiva, imprevisible. Y esto es lo que más me gusta del Punk. Que ahora está aquí y después allí. Escapando de jodidas ataduras morales y autocomplacientes. De dogmas que encorsetan esa libertad que se expande de modo espontáneo. La única libertad posible de hecho.

El Punk, desde un principio, nunca fue un panfleto. Iba a la contra. Provocaba. Con visión crítica y dándole al coco. Eso era suficiente. Y no entiendo por qué , con el paso del tiempo, esta cultura ha sufrido una apropiación que la ha condenado dentro de los reducidos márgenes de la ideología. Con esto no han hecho más que ahogar el grito verdaderamente emancipador del Punk. Le han puesto una mordaza y lo han inmovilizado para frenar sus ansias juguetonas y escurridizas. Si el Punk pudiese hablar, lo haría en boca de canciones de los Eskorbuto, GRB, Qloaqa Letal, Último Resorte, La Polla Records, TDK, Commando 9mm, Distorsión,...

En cualquier caso, y sea lo que sea el Punk, está claro que nos hace disfrutar. Así que, por favor, date un respiro y disfrútalo!!!!

No hay comentarios: